Ha llegado la primavera y con ella un cambio de luz y
podemos empezar a notar la llamada astenia primaveral, un cuadro clínico que va ligada a una sensación de fatiga y
debilidad generalizada que aparece con la llegada del buen tiempo. El cambio de estación influye en el estado de ánimo de las personas, especialmente si padecen de trastornos afectivos; no obstante, esta no es la única causa que la produce, ya que existen ciertos factores que la predisponen, como agentes orgánicos, psicológicos y del entorno, que se presentan de forma diferente de una a otra persona,
Los
síntomas son decaimiento, cansancio
físico, ansiedad, irritabilidad, tono vital
bajo, tristeza, falta de concentración, trastornos del sueño o del apetito…
aunque éstos pueden ser síntomas de trastornos afectivos, respiratorios o alergias.
En caso de
que estos episodios no remita en unas semanas, sí es aconsejable consultar un
especialista para evitar que se cronifique, puesto que podrían estar
interviniendo otras causas además de las orgánicas, como dificultades de
adaptación a la dinámica laboral, o ajustes en los horarios laborales mutuos de
pareja, entre otras.
La depresión estacional son episodios depresivos, en
general de corta duración, que suelen depender de la época del año, siendo los
más frecuentes los asociados con el inicio de la época de primavera o invernal.
Como podemos afrontarlos:
- Practica ejercicio de forma regular.
- Toma una dieta con frutas y verduras de temporada
- Duerme lo suficiente
- Realiza actividades agradables.
- En casa, trata de leer, estudiar... cerca de la luz natural.
- Busque el contacto y apoyo de tus amistades, pareja o familia.